domingo, 11 de octubre de 2009

¡Chile va al Mundial!


Sí, es verdad. No estamos locos ni mucho menos soñando. Porque en un histórico partidazo jugado en tierras cafeteras, la Locademia de Bielsa se impuso con autoridad, fuerza y magia para clavar cuatro certeras estocadas a los colombianos, desatando la euforia contenida de todo un pueblo. Así es, hinchas del deporte rey, porque después de once años de frustraciones, la Roja de Todos sacó pasajes en primera clase y sin depender de nadie, para estar presente en la cita mayor del balompié mundial.
Sí, fue sufrido. Nadie dijo que clasificar sería fácil. En un comienzo dubitativo, nervioso y cargado de responsabilidad, vino ese error de Bravo, Medel y Vidal, un autogol que podría haber derrumbado a nuestros muchachos. Pero tampoco nadie dijo que esta Selección dejaría no sólo en el partido, sino que también durante todo el proceso, enterrados en el pasado fracasos de otras épocas, alejando definitivamente los fantasmas de definiciones infartantes en la última fecha, siendo estas Clasificatorias la oportunidad de hacer historia... Y vaya que sí la hicieron, ganando en canchas donde en más de veinte años sólo sabíamos de empates o derrotas, derribando por primera vez a los argentinos, llamando la atención del planeta fútbol y acrecentando la ilusión en la Marea Roja, esa que nunca dejó de apoyar incluso en los momentos de incertidumbre. Los dirigidos de Don Marcelo tenían confianza, se creyeron el cuento e hicieron celebrar a todo un país. Así da gusto volver a la fiesta universal del deporte del balón, porque como consigna general, siempre nos tocó bailar con la fea. Además, ver por la TV un Mundial donde la Selección que nos representa participa tiene otro sabor y hace que sea más interesante y nos atrevamos a soñar en grande. Ahora, faltando una fecha, con la clasificación ya asegurada y la alegría de jugar en casa, el fútbol criollo se viste de etiqueta para celebrar lo que tanto nos cuesta: llegar a un Mundial, jugando como siempre quisiéramos ver a la Roja, con personalidad, con un esquema al cual los Bielsaboys fueron fieles a rajatabla, como lo dijo el propio DT en la conferencia después del partido y por sobretodo, la convicción de llegar al exclusivo club de 32 selecciones que también soñaron con alcanzar la más importante justa deportiva. Bueno, aún faltan representativos que clasifiquen, pero eso a nosotros no nos importa porque ya estamos allá, y dejaremos sentir nuestra presencia en las tierras de Cetawayo y Shaka Zulu.
Después de dos años en que cada partido fue parte de este sueño, la ilusión siempre estuvo intacta y esta vez, no caímos en la tortura de jugar con la calculadora en la mano ni la desesperación de las posibilidades matemáticas, esperando a que los resultados nos dieran la mano para poder subirnos al carro mundialista, viendo cómo otros iban a representar a Sudamérica y nosotros, en casa, mascullando el fracaso. Eso, señores, se acabó, tanto así que éstas no fueron ELIMINATORIAS, sino CLASIFICATORIAS llenas de optimismo y sobreponiéndose a los momentos difíciles y a las derrotas dolorosas. Y si parecíamos flaquear, tuvimos el aval de un trabajo serio, inteligente y planificado, todo por obra de un Loco que nos tiene al borde de la demencia, soñando con cosas mayores y la esperanza que todo lo hecho por la Selección se vea reflejado en nuestro campeonato criollo de play-offs y descenso acumulado incluídos, estadios renovados y el cambio de la mentalidad chata del futbolista y el director técnico chileno para convertirnos en potencia pelotera. Pero mientras ese momento llega, disfrutemos de este paso a la élite del fútbol mundial, agradeciendo a todos los que hicieron posible esto. A Don Marcelo Bielsa, y ese don con mayúscula: gracias por favor concedido y darle personalidad a este Chile con el cual usted también va Sudáfrica del 2010. A su cuerpo técnico que le dio profesionalismo a un país donde aún nos falta para hacer de nuestro deporte y nuestro fútbol en particular, una actividad profesional plena. Al Lord Harold Mayne Nicholls por apostar a un cambio en el peloteo criollo, dando el paso que necesitábamos de parte de la ANFP. A la Marea Roja, que con su apoyo nunca dejó de alentar a los jugadores. Al periodismo que fue siempre optimista con sus portadas y muy especialmente a ustedes. Sí, a ustedes muchachos que conformaron esta Selección que ayer nos dio una alegría tan grande. Gracias por llevarnos otra vez a lo alto, gracias por hacer que la gente saliera a las calles a celebrar en grande, gracias por llenarnos de orgullo al representar a Sudamérica y también gracias por darle una alegría a este pueblo chileno que lo necesitaba.
Por eso, la tarde de ayer sábado 10 de octubre ya se metió en la Historia y mientras los cánticos, gritos y bocinazos se perdían en la noche, Chile comienza a prepararse para el safari en tierras de los Bafana Bafana para ir en busca de la presa mayor: la Copa del Mundo.

¡Atención barra!
¡Ceacheí... CHI!
¡Ele E... LE!
!!Chi Chi Chi, le le le!!
¡¡¡¡Viva Chile!!!!

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